Ya han pasado siete años desde que Skoda lanzó el Octavia. El objetivo era asentar la marca con un producto sólido que le abriera las puertas del mercado europeo. Con más de un millón de unidades vendidas, es obvio que el Octavia ha recibido el beneplácito comercial, y por eso, a la hora de lanzar la segunda generación, se ha optado por unos cambios estéticos que no rompen la imagen conocida, pero en cambio se ha subido el listón en cuestiones de refinamiento e innovación tecnológica.

Utilizando la misma plataforma que el Volkswagen Golf, el nuevo Octavia ofrece mayores dimensiones que la generación anterior.