La revista británica Granta ha hecho pública en su edición de primavera la lista de los mejores jóvenes novelistas estadounidenses del momento. El número, que recoge relatos de todos ellos, será traducido en su integridad por la versión española de la revista que aparecerá a finales del mes de mayo y supone una buena guía para los editores avisados. Con todo, los sellos españoles han dado pruebas de excelentes reflejos porque más de la mitad de los 21 autores que la componen han sido ya editados o están en vías de hacerlo. Pese a todo, a excepción de Jonathan Safran Foer (autor de Todo está iluminado ) y su esposa, Nicole Krauss, el resto de los señalados son todavía ilustres desconocidos del gran público.

Nacida, o mejor dicho renacida en 1979 --por el empeño de cinco estudiantes de Cambridge que decidieron reflotar una antigua cabecera universitaria--, Granta se ha convertido con los años en la publicación más influyente de las dedicada a la literatura y un puente cultural entre lo que se escribe entre Gran Bretaña y los Estados Unidos. Pero sin duda lo más seguido, con una tirada de más de 100.000 ejemplares, son las listas que recogen a los mejores escritores jóvenes que, con una periodicidad de una década, aparecen desde 1983.

En esa ocasión fueron los por entonces noveles autores británicos y entre ellos se encontraban los casi desconocidos por entonces Martin Amis, Julian Barnes, Kazuo Ishiguro, Ian McEwan y Salman Rushdie. La relación de los británicos se repitió en 1993 y en el 2003. En 1996 apareció la primera nómina de los estadounidenses, con autores como Jeffrey Eugenides, Jonathan Franzen y Lorrie Moore.

La novedad en esta ocasión es haber rebajado la edad de los seleccionados, que de 40 años pasa a 35. La cara del éxito precoz también tiene su cruz. "Ser señalado por Granta es una responsabilidad enorme para un escritor, porque te pone en el punto de mira con muy poca obra publicada. Algunos no consiguen mantener su obra a la altura de las expectativas", explica el director de la revista.

Más allá de los argumentos, lo que sí ha cambiado en la literatura norteamericana es la condición de ser solo estadounidense. Por primera vez, la tercera parte de los novelistas seleccionados han nacido o crecido fuera del país, en lugares tan alejados como Perú, Rusia, China, India, Tailandia y Nigeria.