Ford ha abierto la caja de truenos y vuelve a revolucionar el segmento de los compactos con la segunda generación del Focus. Y no por razones de diseño, donde los artistas han sido muy cautos, sino por todo el conjunto del vehículo y, de manera muy especial, por sus dimensiones, que se salen de lo que hasta ahora se consideraba estándar. La longitud 19 centímetros y se sitúa en 4,34 metros.