Mercedes Abad (Barcelona, 1961) es una escritora de distancias cortas que raramente se explaya en proyectos novelísticos. Acaba de hacerlo en El vecino de abajo (Alfaguara), en el que una traductora soporta con inhumana resignación todo tipo de calamidades hasta que el ruido continuado de las obras de un vecino la hace estallar con sorprendentes consecuencias.

Abad ha abordado esta novela como si se tratara de un cuento, "porque tiene una trama única. Hitchcock aconsejaba poner en aprietos a tus protagonistas. Y eso es lo que he hecho, no dejar respirar ni a mi personaje ni al lector".

Premio Sonrisa Vertical a los 25 años, la escritora soportó a un vecino ruidoso como el de la novela durante un año y medio. "No me permitió trabajar en mi casa", dice. "Pero en vez de volverme loca como mi personaje, me desquité escribiendo, fue bueno o malo". ¿Y cuál sería la moraleja? "Nadamos en océanos enfurecidos y nos hundimos en un vaso de agua".