Los chicos y chicas más famosos del calendario del 2004 en los pasillos de muchos centros de la Universidad de Extremadura son estudiantes de Ciencias del Deporte. Hartos de seguir los típicos métodos encaminados a conseguir fondos para costear el viaje Fin de Carrera estos universitarios han cambiado las papeletas, sudaderas y camisetas por un almanaque muy especial.

Su objetivo es irse al Caribe pero antes de lucir sus cuerpos por exóticas playas han decidido hacerlo en este calendario. Así, se sirven de los objetos propios de su especialidad para mostrar lo justo e insinuar el resto en unas fotografías en blanco y negro realizadas por Isabel León.

El calendario ya está a la venta al precio de 5 euros y de momento sólo han lanzado 500 ejemplares. No obstante, la calidad del producto que han elaborado y la imaginación a la hora de llevar a cabo esta idea auguran que tendrán que volver a la imprenta para sacar más calendarios.

Los modelos no han salido de la facultad en la que estudian para hacerse las fotografías aunque, eso sí, las han tenido que hacer a horas intempestivas, por eso de guardar un poco la intimidad.

Han sido un total de 36 universitarios de quinto de Ciencias del Deporte los que han decidido liarse la manta a la cabeza y convertirse por unos días en modelos. Pero de ellos, una treintena son chicos y sólo son seis las féminas que con valentía se han atrevido a lucir el palmito .

HOJA A HOJA

En estas fotografías de Isabel León se puede apreciar sumo cuidado en cada una de las tomas lo que seguro facilitaría el trabajo de los modelos.

Los dos primeros meses del 2004 son un grupo de ocho chicos que posan como Dios les trajo al mundo en unos vestuarios de la facultad. Eso sí, unas toallas --algunas más grandes que otras-- esconden lo justo para que no se diga que se trata de una fotografía que muestra un desnudo integral.

Marzo y abril es para cinco aguerridas chicas que guardan sus encantos tras unos guantes de boxeo. Una insinuante fotografía, tomada con gusto, que no tiene nada que envidiar a tantos otros calendarios que gozan de una fama considerable.

Los chicos retoman el protagonismo en la página que da cuenta del final del semestre. Los meses de mayo y junio están ilustrados por otros ocho universitarios que muestran sin pudor sus figuras en medio de una amalgama de aparatos de musculación. Una sala en la que las pesas se convierten en el mejor aliado de estos jóvenes.

El calor veraniego llega de la mano de siete estudiantes, que posan muy serios sin mirar directamente a la cámara. Sin duda, mientras se hacían las fotos estarían concentrados en no perder los balones de fútbol o rugby tras los que se escondían.

DE VUELTA CON LAS CHICAS

Las mujeres sólo aparecen en dos de las seis fotografías del calendario, no en vano, fueron sólo seis las que se embarcaron en esta aventura. Aparecen juntas y mirando directamente a la cámara en una bonita imagen tumbadas en uno de los gimnasios. Dos de ellas no se desprendieron de los calentadores. Quizá para sentir la protección de alguna prenda por ínfima que sea ya que en esta ocasión las chicas sí están completamente desnudas. Eso sí, al estar tumbadas no dejan ver nada que no quieran enseñar.

Por último, el 2004 se despide en este calendario con un tributo al montañismo. Los protagonistas de noviembre y diciembre tienen como escenario un rocódromo. Por lo tanto, en esta ocasión sólo pueden hacer uso de las cuerdas, cascos y arneses justos para defenderse del indiscreto objetivo de la cámara.

Más que originalidad, lo que sin duda no falta a esta iniciativa de los estudiantes de quinto de Ciencias del Deporte es valentía. Está claro que la idea de poner a la venta un calendario con desnudos no es nueva, de hecho pronto se estrenará una película con el mismo tema. Pero de lo que sí pueden presumir es de ser los primeros en hacerlo en la universidad extremeña. Y si resulta, como es previsible, puede que no sean los últimos.