Aunque todavía faltaban algunos días, la primavera llegó el pasado jueves al ferial de Cáceres en forma de macrobotellón. Y es que, la Fiesta de la Primavera se está convirtiendo en un clásico entre las citas más destacadas entre los universitarios extremeños. Los exámenes han terminado y con ellos el tiempo de encierro forzoso y de estudio. Ahora, justo antes de las vacaciones de Semana Santa y con la llegada del buen tiempo, esta fiesta llega en el mejor momento para que tenga garantizada la participación de cientos de personas.

De este modo, las colas en los autobuses que conducían al ferial de Cáceres fueron una imagen frecuente el pasado jueves. El goteo de cientos de jóvenes no cesó a lo largo de toda la tarde con el objetivo de participar en la primera gran cita del año con botellón al aire libre. Además, el tiempo acompañaba y aunque la noche pueda resultar algo fría a estas alturas del mes de marzo nadie se achantó por ello.

Así, un goteo incesante de jóvenes cargados de bolsas bajaban de taxis y de autobuses."Nosotros hemos llegado a las ocho y ya había bastante gente", comentaban José Manuel, Frederic y Gabriel, tres universitarios que, cubata en mano, daban una vuelta para ver que se cocía en el ferial de Cáceres.

Sobre las nueve de la noche, la multitud era considerable y todavía se esperaba a muchos más. Buena noche para los taxistas y buen día para los híper, donde los botelloneros habían hecho acopio de las bebidas a lo largo de la tarde. Pero, sobre todo, uno de los días más esperados por los estudiantes. "Desde la seis de la tarde están circulando e-mails para concentrarnos aquí", apuntaba un joven.

La música de los coches se entremezclaba con el murmullo de la gente, que no paraba de saludarse y de levantar las copas cada vez que se encontraban con algún conocido. En el recinto hípico había barra y un dj pinchaba música, aunque esperaban al público "para más tarde".