Lo suyo es reinventarse. Mónica Naranjo ha jugado siempre con su imagen y su sobrenatural registro vocal. Pero un mal día notó que algo se le rompía en su interior. Sintió que la vorágine le asfixiaba y aparcó su carrera musical hace ya tres años --en realidad lleva siete sin publicar un compacto con material inédito--. Ahora, la intérprete de Pantera en libertad ruge de nuevo, reivindicando a otro inquietante animal, la Tarántula --así titula su nuevo disco--, porque, dice, ha necesitado "escupir todo el veneno que llevaba dentro" para regresar.

Su debut fue ya tortuoso. Tuvo que triunfar primero en México para que su discográfica le hiciera caso. Y con su look a lo Cruella de Vil se coronó como la reina del porno-hit . "Con canciones como Desátame acabé desatada, aunque he aprendido a reubicarme y a hacer caso a mi intuición; el disco que saco mañana --se refiere al pasado martes, 22 de abril-- es el que tenía que haber hecho tras Minage , porque menudo tortazo me dí con Chicas malas ", admite. Un fallido proyecto que gestó el mismísimo Tommy Mottola, todopoderoso de la industria en Estados Unidos, y que llegó a lanzar también en inglés. "Grabarlo en dos idiomas fue un trabajo de la gran chingada", recuerda, entre risas.

Su nuevo sencillo, titulado Europa , ha permanecido un mes en el número uno de la lista de descargas de iTunes.

Tarántula es un compacto de ambientes góticos y carácter autobiográfico con el que la artista de Figueres ha "recuperado la ilusión". "Desde arriba todo se ve muy solitario. El dinero no puede comprar afecto, salud ni familia, que es lo que necesito y lo que antes no tenía", confiesa. "No es un disco que entre a la primera, sino que exige desconectar de este mundo caótico" para adentrarse en su "universo subterráneo".