No son pocos los que a lo largo de la historia han intentado dar con la piedra filosofal, que, según el mito, transmuta los metales en oro. Las multinacionales, sin ir más lejos, se gastan ingentes cantidades de dinero para conseguir que su imagen sea más solidaria. En los últimos meses parecen haber descubierto su piedra filosofal: el sello del comercio justo.

Dicho sello es una garantía de que los productores reciben un precio justo por la materia prima y de que, de la recolección a la distribución, se respetan los derechos de los trabajadores. Y como el rey Midas, que puede convertir en oro lo que toca, como han comprobado Procter & Gamble, Starbucks, Coca-Cola, Ben & Jerry´s, Dunkin´ Donuts, Marks & Spencer y McDonald´s, entre otras empresas. La lista crece anualmente y preocupa a los promotores del sello, que temen que se aprovechen.