El 1 de mayo del 2007, a las ocho de la mañana, la pequeña localidad de Modbury, en el condado de Devon (Inglaterra), se convirtió en el primer municipio del mundo en proscribir oficialmente las bolsas de plástico. Este pueblo es hoy un símbolo de la campaña de concienciación sobre el riesgo medioambiental que supone el uso masivo de bolsas de plástico. Una causa imparable que ya ha obtenido importantes éxitos en numerosos países. España no está, aún, entre ellos, por lo que debe ponerse manos a la obra.