El Museo Munch puso la semana pasada a la venta un juego de mesa sobre el robo de los cuadros El grito y La Madonna en agosto del 2004 donde los jugadores son detectives en búsqueda de las famosas pinturas. El juego presenta casi todos los elementos de la realidad: un ladrón que irrumpe en el museo con una pistola y roba los geniales cuadros del pintor expresionista noruego y una serie de detectives que perseguirán al malhechor durante la partida hasta que al final un ganador encuentre El grito. La jefa de mercadotecnia del museo, Jorun Kristoffersen, dijo que el juego es simplemente un "entretenimiento". Sin embargo, expertos en arte han criticado su comercialización.