La seguridad informática está popularizándose. Los usuarios en general ya son conscientes de la necesidad de proteger sus sistemas informáticos ante posibles virus y hackers, pero todavía muchos usuarios domésticos no son conscientes de los problemas que plantea otra red mucho más antigua, la red eléctrica: cortes, fallos en el suministro eléctrico, picos de tensión, microcortes... Este tipo de incidentes son cada vez más frecuentes, sobre todo con la aparición de la línea ADSL y con la creciente oferta de todo tipo de periféricos para el ordenador.

Hay que tener en cuenta, que cuando se conectan varios aparatos a un mismo equipo si la calidad del suministro no es muy buena, cosa que sucede a menudo, el sistema eléctrico puede fallar y provocar importantes pérdidas. Un corte en la tensión puede provocar desde la pérdida de la memoria del ordenador hasta el deterioro de los equipos.

Para evitar este tipo de problemas, los SAIs (Sistemas de Alimentación Ininterrumpida), constituyen la solución más adecuada, ya que garantizan un suministro seguro y continuado de la energía eléctrica. Los ordenadores personales, y más aún, aquellos con conexión a internet a través de la línea telefónica, también han de estar protegidos ante cualquier fallo del tendido eléctrico.

La función básica de un SAI es suministrar potencia eléctrica de forma continuada, de forma que cuando se produce un fallo en la red eléctrica, los sistemas electrónicos e informáticos conectados a la red puedan seguir funcionando.