La gala de los Premios Goya alcanza la mayoría de edad --el sábado llega a su décimo-octava edición-- con un cariz más femenino que nunca. Y es que dos películas firmadas por mujeres Te doy mis ojos (de Iciar Bollaín) y Mi vida sin mí (de Isabel Coixet) son candidatas en las categorías más golosas de estos galardones. A saber, mejor película y dirección. La tercera en esta terna de filmes privilegiados que optan a las dos estatuillas más significativas es Soldados de Salamina , de Fernando Trueba, que el martes conocerá si también es candidata a mejor película extranjera en los Oscar, pero esa es otra historia.
Hasta la noche del 31 de enero, en la que no faltará un homenaje al actor extremeño Luis Cuenca -- fallecido el pasado miércoles-- es tiempo de apuestas.
Si atendemos a la cantidad de nominaciones con las que cuentan las películas españolas estrenadas en el 2003, la primera del ránking de los Goya es Te doy mis ojos , que compite en nueve de las veintinueve categorías existentes. Le sigue de cerca Soldados de Salamina , con ocho y Carmen con siete. Pero como cantidad no es sinónimo de calidad, Vicente Aranda --director de Carmen -- ya ha mostrado su desprecio por las nominaciones que le han tocado en suerte, todas de carácter técnico (canción, fotografía, montaje, artística, producción, vestuario, maquillaje y peluquería). "Estas candidaturas son para tirarlas a la basura. Espero que le sirvan de algo al productor", aseguró el cineasta cuando la academia hizo público los nominados del 2004.
EXITO COMICO
Es muy probable que en la gala del sábado Javier Fesser también tenga su minuto de gloria al contar La Gran Aventura de Mortadelo y Filemón con seis nominaciones. Mi vida sin mí ; Días de fútbol y Al sur de Granada empatan con cinco, aunque como hemos señalado anteriormente la primera compite dentro de las grandes. Además de película y director, Laia Marull, protagonista del filme de Coixet, podría llevarse el Goya a la mejor actriz.
En la ciudad , de Cesc Gay, cuenta con cuatro nominaciones, todas de peso (director, actor y actriz de reparto y guión original). Cuatro candidaturas también tienen Torremolinos 73 (actor, actor reparto, director novel y guión original) y La luz prodigiosa (actor, actor reparto, guión adaptado y artística).
Noviembre y Hotel Danubio cuentan con la posibilidad de llevarse tres Goya cada una. La primera compite en las categorías de actor revelación, vestuario y maquillaje/peluquería y la segunda en música, vestuario (con sello extremeño) y maquillaje/peluquería.
Con dos nominaciones se sitúan La suerte dormida , El lápiz del carpintero , Las horas del día , La vida mancha , La flaqueza del bolchevique , El misterio Galíndez y Suite Habana . Y ya con una opción a conseguir un preciado Goya están: Planta cuarta --pero a mejor película por lo que se puede llevar todo o nada--, El regalo de Silvia ,
Eyengui. El Dios del Sueño ; Valentín ; Atraco a las 3... y media ; Más de mil cámaras velan por tu seguridad ; La selva ; El refugio del mal ; El Cid, la leyenda ; El embrujo del sur ; Glup ; Los Reyes Magos ; La pelota vasca. La piel contra la piedra ; Polígono sur ; Un instante en la vida ajena ; El misterio del Trinidad ; Historias mínimas ; Dogville ; Godd Bye Lenin! ; Soñadores y La flor del mal .
CRUZANDO EL CHARCO
Parece que la academia ha tendido este año nuevos puentes al otro lado del atlántico. Así, el actor argentino Héctor Alterio, será quien reciba el Goya Honorífico como reconocimiento a su trabajo en el mundillo del Séptimo Arte. Pero no será el único Alterio que para el sábado se prepare un discurso de agradecimiento, aunque sí el único que tiene la certeza de interpretarlo. Su hijo, Ernesto, está aspira a mejor actor por Días de fútbol .
Otro guiño a Hispanoamérica está en la presentación de la gala. A Cayetana Guillén Cuervo, que gracias a su programa televisivo se ha convertido en la cara de la versión española, le acompañará el actor mexicano Diego Luna en una noche que en principio no se presenta tan reivindicativa como la del año pasado, cuando estalló el No a la Guerra . Aunque el mundo del cine ya demostró entonces que no tiene pelos en la lengua.
