La Bóveda Global de Semillas es un silo que se ha excavado en una montaña de arenisca de las islas Svalbard (Noruega), a unos 1.000 kilómetros del polo Norte, con el objetivo de convertirlo en una versión moderna y vegetal del Arca de Noé. La elección del lugar no ha sido casual, puesto que el remoto archipiélago, en pleno círculo polar ártico, se encuentra lejos de cualquier foco de contaminación y de actividad sísmica o volcánica. El silo ha sido diseñado para soportar incluso la caída de un avión, un misil nuclear o un aumento acusado del nivel del mar.