El C2 es el sustituto natural del Saxo. El recién llegado tiene elementos del C3 y del Pluriel, pero también rasgos propios. En su versión turbodiésel es, además de un buen coche urbano, un excelente rodador en carretera. El interior está configurado para cuatro plazas individuales y es imposible acoger una más. Las traseras son regulables, aunque siempre a costa de sacrificar parte del maletero.