Los centros de bienestar ya no saben qué inventar, Lo último es la aplicación de las piedras de la luz sobre el cuerpo. Su misión es la de liberarnos de las cargas electrostáticas que se acumulan por la tensión diaria y que provocan irritabilidad. También reequilibran, a través de canales energético, los sistemas nerviosos, respiratorio, digestivo, sanguíneo y linfático.

Todo esto se traduce en bienestar, tranquilidad y relajación. Y en el plano de la estética, se potencia la penetración de las cremas que se aplican a continuación (de hecho, suele ser el paso previo a otro tratamiento a base de cosméticos). La sesión es corta --veinte minutos-- y se debe estar tumbado con las piedras colocadas en puntos estratégicos. La piedra de la luz azul regula el ritmo respiratorio y cardiaco; la piedra verde es equilibrante y calmante y reduce el estrés. La piedra amarilla estimula el sistema linfático y roja mejora el tono muscular y el ritmo cardiaco. Estas ´gemas´ funcionan con un batería y son de material plástico, con un anillo central de cobre donde se concentra la energía.

YOGA CALIENTE

Aunque desconocido en España, el yoga caliente se sigue en más de 850 escuelas del mundo. Como cualquier otra clase de yoga consiste en realizar unas posturas en las que la concentración, la respiración y el estiramiento de los músculos son lo esencial. La diferencia es que estas sesiones se realizan a 40 grados de temperatura.