Si con La niña del faro (2004) la nunca predecible y provocativa Jeanette Winterson (Manchester, Gran Bretaña, 1959) trasladaba al lector al Reino Unido del siglo XIX, con Planeta azul (Lumen) este deberá lidiar con tres escenarios y épocas diferentes: el planeta que da título a la novela --aún sin colonizar por el hombre-- en un aparente futuro lejano, la esperanza de un nuevo hogar para el ser humano que tiene que mudarse del planeta ya que el que habita, Orbus, lo ha casi destrozado; la Isla de Pascua, en 1774, donde recala el barco del explorador James Cook; y la Tierra, tras la tercera guerra mundial, el más apocalíptico de los tres.