Una patata frita rancia tiene mejor sabor si en el momento de comerla se oye el sonido de una patata frita crujiente. De igual modo, un helado de huevos con beicon (hay gente para todo) sabrá más a beicon si su ingesta va acompañada por el ruido de una tira de beicon friéndose en la sartén. Estas son algunas de las conclusiones del estudio científico realizado por los profesores de la Universidad de Oxford Charles Spence y Massimiliano Zampini galardonado este año con uno de los premios Ig-Nobel (en la foto, la gala), la versión gamberra y humorística de los Nobel.