La ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, ha iniciado ya los contactos con los rectores de las universidades españolas para tratar de impulsar la reforma pendiente. En una reunión mantenida con el comité permanente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) les ha hecho saber que espera que el Consejo de Ministros apruebe en mayo el proyecto de modificación de la Ley Orgánica de Universidades (LOU) para remitirlo al Congreso, pues ha sido discutido, ya está "maduro" y falta darle el "cierre".

Tras esta reunión Cabrera comentó que no hay perspectiva de una nueva ley de Universidades después de esta reforma, y precisó que "hay un horizonte más allá de esta ley, que es un horizonte de transformación de la universidad en el sentido de esa universidad europea que queremos y que no tiene por qué traducirse en una nueva ley, sino en un desarrollo normativo, el que vaya haciendo falta"

Sobre la reforma, Cabrera señaló que deberá ser "suficientemente abierta y flexible" como para que permita que las Universidades se vayan transformando.

La ministra comentó que en este Proceso de Bolonia , de convergencia en el Espacio Europeo de Educación Superior, tampoco hay divergencias con los rectores, aunque matizó que "los rectores le piden al ministerio esfuerzo económico, recursos y financiación, y el ministerio pide a los rectores que hará todo lo posible siempre y cuando las Universidades respondan y se responsabilicen como parte fundamental en ese proceso".

SATISFACCION EN LA CRUE

Sobre la posible necesidad de nueva ley de Universidades en 2010, Juan Vázquez, presidente de la CRUE y rector de la Universidad de Oviedo, quiso precisar que no se trabaja "a plazo fijo" en nada y que no se está preparando hoy un cambio legislativo "con fecha de caducidad". Para Vázquez, las Universidades han limitado el planteamiento de la reforma para no reiniciar un proceso constituyente, pero piensan al mismo tiempo en la universidad del futuro, de la década siguiente, agregó Vázquez.

La Universidad, prosiguió, tiene que estar resolviendo los problemas de gestión, de disfunciones del día a día y pensar, además, cómo será dentro de diez años.

"Otros planteamientos -dijo- más ambiciosos probablemente tengan que ver con un nuevo modo de concebir la Universidad, de adaptarla en la próxima década a un escenario en que habrán cambiado las cosas porque estará implantada ya la estructura de las enseñanzas europeas".

En cuanto a la financiación universitaria, reiteró la necesidad de proceder a una gran acuerdo entre la administración del Estado y las CC.AA. Para el presidente de la CRUE, "Se trata no de disponer de más recursos porque sí, sino de disponer de estos recursos para las reformas, para que éstas no se queden en la superficie".