Los coches equipados con sistemas de navegación son tan habituales que nadie se plantea el trabajo que implica barrer todo un pueblo, toda una ciudad, toda una región, todo un país, todo un continente, calle por calle, carretera por carretera... Sólo dos empresas en todo el mundo recorren el terreno palmo a palmo para diseñar los mapas que sirven para viajar sin temor a perderse.