Cuando tenía 12 años me subí a un avión y abandoné al niño que había sido hasta ese momento para irme a trabajar". Desde entonces --primero con el grupo Menudo, una conjunto latino al estilo Parchís, y después en solitario-- la vida de Ricky Martin había sido una carrera continua en pos de las ventas. "Vivía obsesionado con ser el mejor, el número uno, con vender más y más discos". Pero, al entrar en la treintena, el cantante de Livin´ la vida loca decidió bajarse en pleno vuelo. Tras un silencio de tres años en el que se ha entregado a labores humanitarias, ha vuelto con Life , su décimo disco, que ha presentado en España con un concierto en Badalona.

RENACIMIENTO

"Lo peor que podemos hacer es despegarnos del niño que habita en nuestro interior, porque así perdemos la pureza", sentencia el artista. Su encuentro fortuito en Bangkok con un gurú puertorriqueño afincado en India le ayudó a reencontrarse con sí mismo. "Fue como un renacimiento. Doce días después de conocerlo estábamos paseando por el Himalaya".

Con él descubrió el kryia yoga, una práctica muy pasiva basada en el control de la respiración, que le ha ayudado a escuchar a su cuerpo. Pese a que el intérprete de La copa de la vida cree haber logrado poner algo de orden en su desbocada existencia, tampoco quiere engañarse: "Si te dijera que he logrado la calma eterna te estaría mintiendo, pero me considero afortunado por haberla sentido por momentos, que era algo que mi cuerpo me pedía a gritos. No quería llegar a los 60 convertido en un viejito gruñón y hecho polvo".

Su nuevo trabajo --en inglés pero con dos canciones en castellano, Déjate llevar y Qué más da -- refleja el cambio vital de Enrique José Martin Morales, conocido por la mayoría como Ricky Martin. "Estas canciones nacen de esa etapa de mi vida, de lo que he podido ver y sentir viajando sin itinerarios.".

En su coctelera ha unido rock, hip hop, pop, reaggeton y una brizna de aires orientales en un intento de crear "un sonido global y un homenaje a la vida". Mi obsesión en este momento es vivir al día antes de preocuparme por el mañana". Por eso comenta que se entrega a fondo en cada concierto.