Los futuros médicos extremeños saldrán más capacitados y cualificados en el futuro, pues a partir del próximo curso se incluirá en su programa de formación un determinado número de horas de prácticas --que aumentarán el próximo curso--, destinadas al aprendizaje de técnicas clínicas que hasta ahora solo se pueden realizar sobre el propio paciente.

Con tal fin, la Facultad de Medicina de la Universidad de Extremadura ha adquirido un sofisticado sistema de simuladores que consta de un conjunto de robots construidos sobre una base de ingeniería avanzada y cubiertos por una piel de látex de diferentes texturas, con los que poder hacer prácticas y obtener diferentes habilidades clínicas.

Pedro Bureo, decano de la Facultad de Medicina, explicó que "se pueden diagnosticar muchas enfermedades solo con observar la dilatación de los vasos sanguíneos en la pupila. En esto les insisto muchos a los estudiantes para que lo aprendan bien, porque yo he diagnosticado tumores cerebrales solamente con eso", manifestó mientras mostraba un busto destinado a ese fin.

ROBOT OTORRINO

Al lado de éste había otro similar, pero con función diferente, la de aprender todo lo relacionado con otorrino, para el estudio y tratamiento de enfermedades del oído, "para ver si el tímpano está perforado, por ejemplo, o hay otro problema", indicó.

Estos son solo dos de los 30 robots que equipan el nuevo aula con simuladores para la adquisición de habilidades clínicas, que se ha dispuesto en la primera planta de la facultad y por la que tendrán que pasar todos los profesores para aprender, cada uno el funcionamiento del que corresponde a su materia o especialidad.

Además del profesorado, el equipo director de la facultad cuenta con un grupo de cinco alumnos voluntarios, seleccionados entre los 20 que se presentaron con mejores expedientes académicos, que se encargarán de hacer de monitores también, para lo cual han recibido la formación adecuada por parte de los técnicos de la compañía que ha montado el aula.

Estos equipos permitirán el aprendizaje y las prácticas de numerosas técnicas "sin tener que molestar al paciente", señaló Pedro Bureo.