La ministra de Educación, María Jesús San Segundo, lanzó recientemente un mensaje tranquilizador para los becarios de tercer y cuarto curso relativo a su incorporación al régimen de Seguridad Social, derecho que ya recoge el Estatuto del Becario pero que aún no se ha hecho efectivo.

El Estatuto del Becario fue aprobado en octubre del 2003 y, en líneas generales, decepcionó a los jóvenes investigadores por su contenido ya que se esperaba más de este esperado texto.

Los becarios de investigación carecían de una regulación general sobre su régimen jurídico mínimo, algo que se quiso subsanar con el Estatuto del Becario al mismo tiempo que se definía una carta de derechos y deberes básicos de los autodenominados precarios . El objetivo era equipararlos a cualquier trabajador, salvo en el seguro de desempleo debido a que el Gobierno de entonces consideraba que la actividad ejercida no tiene carácter laboral, sino que es formativo.

El Estatuto considera becarios a los titulados universitarios con grado de doctor. También a aquellos que posean un certificado-diploma de suficiencia investigadora, que se obtiene cuando se superan las fases de docencia en cursos y seminarios de investigación previas a la lectura de una tesis doctoral. Estos deberán disfrutar de una beca cuyo programa esté inscrito en un registro de programas de becas que crea el Real Decreto y cuya inscripción es voluntaria.

La afiliación a la Seguridad Social incluye los supuestos de accidente de trabajo y enfermedad profesional. El coste que suponía para la Administración General del Estado esta adscripción de los becarios cuando se aprobó en el año 2003 este estatuto ascendía a 5.315.158 euros.

PROTESTA DE LOS ´PRECARIOS

Ante este texto, los becarios --asociados en la Federación de Jóvenes Investigadores-Precarios-- mostraron su decepción principalmente porque los de primer y segundo año, y los de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), quedaban fuera de esta regulación.

El no reconocimiento de derecho al paro fue otro de los puntos que levantó ampollas y que continúa siendo una reivindicación de este colectivo.