"Elegí este destino porque me ofrecía la posibilidad de perfeccionar el inglés y además aprender finés, que es un idioma complicadísimo. Aquí estoy haciendo parte de mi doctorado en Derecho, pero además estoy aprovechando para viajar y practicar deportes de invierno como el esquí. Lo peor de todo es el frío --hasta -35 grados en enero--, y la absoluta falta de sol de noviembre y diciembre. Pero a pesar de todo recomiendo esta experiencia a todo el mundo y a cualquier edad. Conocer otra cultura siempre es positivo, y se pueden aprender muchas cosas de la gente que encuentras."