´Sicko´ es la ardiente protesta del director norteamericano Michael Moore para defender que la sanidad no es un lujo, sino un derecho humano básico. Estar de acuerdo con su postura --que el sistema de salud estadounidense es desastroso-- no debería, en cualquier caso, justificar la carta blanca que la crítica y el público liberales han dado y siguen dando a sus tácticas: su tendencia a simplificar y a no contrastar fuentes, sus chantajes emocionales, su exhibicionismo. Eso sí, pese a que aquí Moore viaja de país en país haciéndose el sorprendido por el hecho de que en Canadá y en Francia y en Inglaterra la sanidad es gratuita --de los impuestos no hace mención--, deberíamos agradecer que, por una vez, su rotunda presencia en pantalla no resulte totalmente opresiva.