El sábado Bruce Springsteen recorrió las calles de Nueva Orleans, fue testigo de la horrorosa devastación que dejó el Katrina y de las cicatrices aún abiertas por el penoso abandono de las autoridades de Washington en barrios como el Distrito Nueve. Allí ofreció uno de los más emocionantes conciertos que se han vivido en Nueva Orleans en el marco del Jazz & Heritage Festival, cuya 37 edición se ha convertido en un acontecimiento excepcional que ha llenado de vida, música y esperanza la ciudad.

"La ineptitud criminal te pone furioso", dijo Springsteen acusando directamente al presidente George Bush de haber sido un "observador pasivo".

Después, el Boss cambió las palabras por su música y, en uno de los 10 escenarios donde se desarrollan las 400 actuaciones del festival, montado en un hipódromo que estuvo hace meses bajo las aguas, ofreció un concierto de dos horas con el material y la banda de su último trabajo, We shall overcome: The Seeger sessions .

UN BALSAMO

"La forma en que este proyecto usa la tradición del folk americano para expresar y transformar el dolor de la gente, la pérdida y la rabia encaja perfectamente con el papel del festival ocho meses después del huracán como un bálsamo en las heridas de los residentes de la región", escribió el crítico del Los Angeles Times, que llegó a definir la actuación de Springsteen como "el concierto más emotivo y estimulante" que ha visto en su vida.

Hubo lágrimas, emoción, brazos en alto en señal de resistencia, silencio y respeto, atención y celebración a lo largo de un concierto en el que Springsteen dio lo mejor de sí. Abrió su actuación con O Mary, don´t you weep . Luego transformó las letras de How can a poor man stand such times and live ? para adaptarlas a Nueva Orleans. Y el momento más emocionante llegó cuando interpretó My city of ruins y cantó uno de sus versos con todo el público acompañándole. Springsteen no es un hombre dado a la desesperación y, como de costumbre, en Nueva Orleans prefirió hablar de la resistencia del espíritu humano.

El pasado fin de semana se clausuró el festival con las actuaciones de, entre otros, Fats Domino, que no ha tocado en directo desde que fue evacuado de su casa en el Distrito Nueve. Los platos fuertes fueron las actuaciones de Springsteen, Bob Dylan, Elvis Costello y Dave Matthews con The Edge.