Hay un destino especialmente elegido por los estudiantes en esta época del año. Con más de tres quintas partes de su territorio ocupadas por los Alpes, Suiza es una de las grandes regiones alpinas europeas. Allí, a mediados del siglo XIX, se inventaron en lugares como Saint--Moritz eso que se conoce como estación de invierno, donde todo está preparado para que el visitante disfrute durante el día de la nieve practicando un siempre creciente número de deportes. Por la noche se le espera con un ambiente acogedor alrededor de una chimenea donde coger fuerzas a base de especialidades gastronómicas. Una fórmula que fue copiada casi de inmediato por muchos países. Pero en Suiza siguen orgullosos de ofrecer el servicio más familiar y lujoso del mundo. Aunque hay más de 50 estaciones por todo el territorio, las principales están concentradas en tres zonas muy definidas: los cantones de Valais y Los Grisontes, y la región de los alpes berneses, alrededor de Jungfrau.

Suiza es tanto un país de ocio como de cultura. Sus apasionantes paisajes y atractivas ciudades ofrecen un sin fin de visitas y actividades para todos los visitantes. A parte de la nieve Suiza tiene ciudades de riqueza visual y arte cultural que la hacen un destino obligado. Podría decirse que Suiza cuenta con varias capitales, Berna, la oficial, Zurich, la cultural e intelectual, Ginebra, la diplomática y Lucerna, la de la belleza. Lucerna es un lugar que adquiere un aire medieval que se fusiona con elementos renacentistas y barrocos. Lucerna ofrece al viajero un gran número de rincones dignos de visitar pero hay dos que sobresalen, el puente de madera y Wasserturm, una torre levantada en 1305 usado como prisión, defensa, archivo y hasta cámara de tesoro, hoy en día alberga una colección de cuadros de Hans Wägmann. En Zurich es aconsejable visitar la ciudad vieja, el barrio más antiguo de la ciudad con angostas callejuelas, palacios del siglo XVII, edificios cargados de historia y más de mil fuentes públicas. En Ginebra sorprende la limpieza de sus calles, la seguridad y la eficiencia de los ciudadanos.

Un lugar de interés es la catedral de Saint Pierre, un templo que recoge una mezcla de estilos góticos y románicos. Otra visita obligada se merece el Museo de Arte e Historia, con una amplia colección de pintura, escultura, arqueología y armas, y el Museo de la Cruz Roja que actúa como espejo público de las atrocidades y conflictos llevados a cabo por la humanidad. El objetivo de éste es recordar que existen unos derechos que se deben respetar y cumplir a toda costa.