Están vivos, pero no existen. Sus nombres no están inscritos en ningún registro. Tampoco aparecen en ninguna estadística oficial. Este es el drama anual de más de 50 millones de niños y niñas que comienzan su vida sin ninguna identidad porque nadie les inscribe al nacer. Así lo denunció Unicef en su último informe sobre el estado mundial de la infancia, titulado Excluidos e invisibles. El estudio hace hincapié en la explotación que sufren millones de menores.

El informe de la agencia de las Naciones Unidas para la infancia reconoce que el 55% de los nacimientos que tienen lugar en los países en desarrollo --excepto China-- no se inscriben. Se trata de 50 millones de niños y niñas que no son reconocidos oficialmente como miembros de la sociedad.