El cannabis puede impedir que se obstruyan las arterias y prevenir así ataques al corazón y apoplejías, según un estudio científico recogido por la revista ´Nature´. Los expertos determinaron que el componente activo del cannabis, el llamado THC, no sólo afecta al cerebro provocando un aparente efecto de felicidad, sino que repercute en los vasos sanguíneos.

El experimento, llevado a cabo con ratas en la University Hospital de Ginebra, permitió establecer que el THC (delta-9-tetrahydrocannabinol) bloquea el proceso de inflamación, principal responsable de que se obstruyan las arterias. Cuando una inflamación se combina con depósitos de grasa, se producen las placas obstruyentes, lo que da origen a la aterosclerosis, un mal considerado como la primera causa de infartos y apoplejías en occidente.