El alcalde de Mengabril, Lorenzo Garrido, ha reclamado que se agilice cuanto antes la resolución judicial del caso de abusos sexuales cometidos en esta localidad por el exsacerdote de la localidad sobre dos menores por «la incertidumbre» que vive la población debido a la situación de libertad del religioso.

Las declaraciones de Garrido se producen después de que José Donoso, el cura condenado por la Audiencia de Badajoz a 19 años de cárcel, haya recurrido dicha sentencia al Supremo. También han recurrido los padres de uno de los dos menores víctimas de los abusos, condenados a cuatro años de prisión como «consentidores» de los hechos.

El alcalde de Mengabril sostiene que en este pueblo, de apenas unos 500 habitantes, «hay una sensación de alivio al haberse podido demostrar las acusaciones que el ayuntamiento denunció hace tres años, pero también hay intranquilidad e incertidumbre en los vecinos por el peligro de que este hombre lo pueda seguir haciendo. Ya que se ha demostrado que es verdad, que haya agilidad en la justicia y, si este hombre ha recurrido, pues que se resuelva cuanto antes»

Lorenzo Garrido solicita que José Donoso «entre en prisión cuanto antes, porque si ha quebrantado la ley antes de ser juzgado, imagínese ahora cuanto ya está juzgado y es culpable. Así vemos muchos casos parecidos a este en los que la Justicia no actúa con rapidez y esta gente vuelve a cometer delitos de estos que quedan unas secuelas en un pueblo pequeño a todos los niveles», puntualiza el alcalde.

Sobre el comunicado de la Diócesis de Plasencia en la que se manifestaba que el religioso estaba apartado desde 2015 de labores pastorales, Garrido ha señalado que «no sé si el obispado lo sabía o no lo sabía, pero este hombre seguía dando misa y apareciendo en actos muy importantes como la festividad de la Virgen de las Cruces de Don Benito, incluso en actos con niños, como la ofrenda infantil a la Virgen».

ENTREVISTA CON EL OBISPO / En este sentido, Lorenzo Garrido dice haberse puesto en comunicación con el sacerdote que ejerce en Mengabril, Antonio Cabrera, para pedir una entrevista al obispo, «tanto para resolver este tema, como para el problema de la casa parroquial de Mengabril, que está ocupada por estos delincuentes, porque ya son unos delincuentes, según la sentencia, y me refiero al matrimonio rumano, padres y consentidores según la sentencia de lo que José Donoso hacía con su hijo»

Según Lorenzo Garrido, ese matrimonio sigue residiendo en la casa parroquial de Mengabril que en su día les cedió Donoso y «ni el sacerdote actual ni nadie puede servirse de esa casa».

Valiéndose de Cabrera, con el que tiene muy buena relación y al que considera «una bella persona», el alcalde quiere ir a hablar con el obispo.

El alcalde considera que la pena que ha recaído sobre el sacerdote «es corta, porque si te pones a pensar, las personas que hacen este tipo de cosas a los niños merecen estar toda la vida en la cárcel, pero confiemos en la justicia y vamos confiar en que cumplan todo lo que les ha caído».