Luis Parejo Corraliza es de aquellas personas inquietas que no pueden verse paradas y por ello aprovechan su tiempo libre para echar a volar su imaginación y crear. Y es que Luis Parejo es un artista escondido, de andar por casa, que nunca se ha dado a conocer, pero que tiene en su haber auténticas obras de arte esculpidas con sus manos.

Este es de los pocos mecánicos-torneros que existen ya en Villanueva de la Serena, un oficio que poco a poco va desapareciendo, pero con el que aún saca partida a los encargos de algunos talleres.

Sin embargo, los comienzos profesionales de éste en la herrería familiar tuvieron mucho que ver para despertar una de sus grandes aficiones: el arte.

Parejo se confiesa un apasionado de la pintura, la arquitectura y la escultura, pero de aficionado pasa muchas veces a practicante. En su taller de la calle Hernán Cortés tiene dibujos que dan buena cuenta de su habilidad pictórica, pero desde luego las que más destacan son sus creaciones artísticas en hierro que labra en una pequeña fragua, y que van desde camillas, mesas o cancelas a lámparas, maceteros o veletas.

Precisamente, esa vena creadora le llevó a iniciar en junio del 2001 la confección de una original cruz, hecha de hierro, que es hueca por dentro para que pudiera estar iluminada y que pesa 46 kilos. Un bello cristo que éste ha decidido donar para que esté presente en la nueva ermita de Nuestra Señora de la Aurora.

UNA LAMPARA Pero ahí no termina su generosidad, ya que nada más terminar la cruz y tras visitar la ermita de la Aurora, creyó conveniente también hacer una lámpara que adornase la cúpula del templo y de nuevo, en sus ratos libres, se puso manos a la obras para realizar una extraordinaria lámpara, hecha con hierro repujado, que representa una maceta y que pesa 73 kilos. Una obra que también ha decidido donar a la comisión pro-ermita para que la luzca en el nuevo santuario.

"Me ha costado mucho trabajo hacer las obras, ya que me ha pasado muchas horas con ellas, pero las dono con mucho gusto a la ermita para que los villanovenses puedan disfrutar de ellas".

Ahora, por su mente, pulula otro gran proyecto, que tiene que ver mucho con un elemento muy típico de la ciudad y que no le importaría donar para, porque no, adornar cualquier plaza o rotonda de la ciudad.