Cocina tradicional renovada y con productos extremeños con Denominación de Origen. Esos son los ingredientes del curso de cocina para eventos que se desarrolla en Don Benito desde el 17 de noviembre. Participan 15 alumnas que clausurarán el curso el martes 16 dando con una demostración de sus habilidades culinarias adquiridas, que cualquiera que lo desee podrá degustar. Tal ha sido el éxito de este taller que hay una lista de espera de 100 personas para una futura edición.

"Están preparando recetas de las cuales solo se sirve un bocado para cada comensal, tan solo para probarla", indica José Valadés, cocinero encargado de impartir el curso, el mismo que dirigió el de cocina para celíacos. No en vano el curso está enfocado a aperitivos y pequeñas raciones, aunque la cercanía de la Navidad ha variado la programación para introducir otros platos para estos días. "Las alumnas han planificado sus propios menús para Nochebuena, con aperitivos, primer y segundo plato, y postre", señala.

150 recetas

Cuando se clausure, se habrán preparado 150 recetas, principalmente delicatesen y platos tradicionales donbenitenses pero actualizados y renovados. Es el caso de las famosas puchas , un postre tradicional, que se hace con manteca de cerdo, harina tostada, leche y azúcar, pero al que se ha añadido un toque de distinción cambiando el pan frito por castañas rellenas de marrón glasé.

El denominador común de todos ellos es la excelencia de los ingredientes utilizados, productos extremeños de Denominación de Origen como el cordero,la ternera, el solomillo ibérico o el queso de la Serena. Con ellos han elaborado platos tan sugerentes como brochetas de carne y pescado, tortilla de patata con sifón servida en copa de cristal, tubo de presa ibérica con salsa de torta del Casar, pirámides de frutas y mousses de sabores.

Nombres recargados que asociamos a la alta cocina y a una ardua preparación, pero que en realidad esconden una elaboración sencilla. Y un detalle importante en época de crisis: No son muy costosa para los bolsillos porque, como indica Valadés, "En muchos casos son platos tradicionales, de los de siempre, pero con un toque diferente de sofisticación".