Las localidades de Villanueva de la Serena y Don Benito han sido escenarios en las últimas semanas de actuaciones delictivas poco comunes y que han facilitado la labor de las fuerzas de seguridad a la hora de detener a los presuntos autores. Son situaciones más propias de una leyenda urbana pero que, sin embargo, son auténtica realidad: Un delincuente que acude a arreglar el puente que había hecho en el coche para sustraerlo o otro que arrastra por la calle tragaperras.

Ayer, la Delegación del Gobierno informó de dos nuevas detenciones de ciudadanos rumanos como presuntos autores de robo. Ocurría el día 11 en el bar La Parada de Valdivia. Cometieron su fechoría de forma organizada: mientras uno manipulaba una máquina recreativa con ganzúas de la que extrajo 480 euros, el otro se interponía entre él y el dueño del local para impedir que lo viera. Esteban plena luz de día y en un local abierto al público.

Sin embargo, fueron sorprendidos por el titular y emprendieron la huida en un Volkswagen Passat con la recaudación. Tras avisar el dueño a la policía, los agentes localizaron el vehículo en Casas de Don Pedro; recuperaron el dinero y las herramientas. Las diligencias correspondientes junto con los detenidos fueron puestos a disposición de juez en Villanueva.

Ayer este diario informó de la detención de otro ciudadano rumano acusado de la sustracción de un vehículo que fue descubierto y detenido cuando acudió a un taller de reparación de vehículos en Don Benito para arreglar los cableados de arranque manipulados para encender el coche, lo que popularmente se conoce como puente . El responsable del taller alertó acto seguido a la Policía Nacional que procedió a su detención.

Esta no es sin embargo la única actuación poco común, ya que a principios de octubre fue detenido un hombre de 42 años cuando arrastraba por el suelo una máquina recreativa que presuntamente había robado en Villanueva. En este caso fue sorprendido por una patrulla cuando el individuo transitaba con la tragaperras por una calle villanovense..