Los principales testigos del crimen ocurrido en octubre del 2005 en una finca de Valmojado (Toledo), del que se acusa a un hombre natural de Don Benito, no acudieron ayer a prestar declaración en el juicio que comenzó en la Audiencia de Toledo contra Santiago M.D., de 34 años.

El procesado, sin antecedentes penales, está en prisión provisional desde el 11 de noviembre del 2005 acusado de los delitos de asesinato y lesiones, por los que el fiscal pide 25 años de cárcel.

Los principales testigos del suceso, Ricardo M. P., Roberto R. G., Juan Francisco M.G., y Noelia A.S., no comparecieron a la vista, a pesar de que estuvieron, salvo la mujer, en el lugar de los hechos la noche del 31 de octubre del 2005 y de que uno de ellos, Ricardo, resultó herido junto al fallecido, Luis Miguel L. M.

Ante esta ausencia, el presidente del tribunal, Manuel Gutiérrez, solicitó --a petición del abogado defensor Marcos García Montes-- que se empleen "medios urgentes" para que los testigos declaren lo antes posible.

En la primera jornada del juicio, el acusado relató cómo en la noche del 31 de octubre del 2005 vio a dos individuos en los aledaños de su finca, hecho que motivó que entrara a su vivienda y cogiera un arco con flechas, un machete y una linterna. También declaró que desconocía la identidad de quienes entraron en su finca "hasta que no se lo dijo la policía", que le quisieron matar y que "de milagro" él y su mujer --también presente aquella noche--están vivos.

También negó que apuñalara a los intrusos que entraron en la finca de su madre, presumiblemente a robar las plantaciones de marihuana que tenía el acusado, y ha precisado que si resultaron heridos fue durante el forcejeo que mantuvo con los ladrones, que llevaban una pistola y una cizalla, según ha dicho.

A preguntas del fiscal jefe, José Javier Polo, negó que ocultara a la policía los hechos ocurridos aquella noche por la existencia de plantas de marihuana y de que traficara con la droga. Admitió que consumía por recomendación médica, debido a una artrosis que padecía, y "por algo de vicio", y alegó que tras los hechos se encontraba en "un estado de shock increíble" y que no puso en conocimiento de la autoridad lo sucedido debido a que los intrusos se identificaron como agentes de la policía en el momento previo al forcejeo.

"Abre, somos la policía y te vas a comer el arco, hijo de puta" y que a continuación rompieron (el fallecido y el herido) la cadena de acceso a la parcela.

En cuanto al forcejeo, Santiago M.D., esgrimió el cuchillo para quitarle la pistola a uno de los asaltantes, mientras que el otro, por la espalda, le golpeó con la cizalla, tras lo cual, reconoció ayer, que enterró la pistola y el cuchillo, aunque los policías detallaron que no se encontraron huellas en estas armas y que las manchas de sangre halladas en el lugar de los hechos estaban en el exterior de la valla.