El alumno que permanentemente exhibe su curiosidad en clase, pregunta, busca información y está en guardia en todo momento ante lo que dice el profesor es el ideal de todo docente. Así define Fernando Moreno, profesor de Filosofía del IES José Manzano de Don Benito, a un estudiante como Manuel Labao-Antunes Jiménez, alumno de segundo de Bachillerato que se ha proclamado brillante ganador de la olimpiada nacional de filosofía en la modalidad de disertación.

Es un joven que puede estar minutos y minutos hablando sobre identidad humana y nuevas tecnologías o sobre la influencia del Brexit en la Unión Europea, algo poco común en muchachos de su edad.

Al ser preguntado sobre si la inteligencia artificial dominará en el futuro el planeta, este exponente de inteligencia de mezcla ibérica (su primer apellido compuesto le viene de su padre portugués y el segundo de su madre española) nos responde en latín «Alea jacta est» (la suerte está echada), aunque inmediatamente realiza un quiebro filosófico para añadir: «eso mejor que lo responda un científico».

Su éxito en la Olimpiada Filosófica de España se suma al segundo puesto en la Olimpiada Regional de Economía. Precisamente, esas dos materias, la filosofía y la economía, son sus referentes en el futuro a la hora de estudiar una carrera. «Nos especializamos muy pronto en el instituto y eso nos encamina a unas titulaciones en perjuicio de otras; no obstante me gustaría combinar Economía y Filosofía o la opción de Derecho y Relaciones Internacionales. A esta edad nos encontramos en la disyuntiva de estudiar lo que nos gusta o lo que tiene más salida laboral y en ocasiones no coincide», argumenta.

El profesor Fernando Moreno no es partidario de etiquetar a los jóvenes. «El concepto joven es muy amplio; están aquellos a los que no les interesa nada lo de clase y aquellos que se quedan con hambre de conocimiento y te piden libros de la biblioteca para el verano». Adivinen dónde está Manuel.