Los robos siguen sucediéndose en Villanueva de la Serena. Sin ir más lejos, el pasado fin de semana se produjeron dos nuevas sustracciones en establecimientos comerciales, que se vienen a sumar de esta forma a la oleada de pequeños hurtos en tiendas y bares que se están cometiendo en la localidad en los últimos meses y que, incluso, ha sido denunciada recientemente por la asociación de vecinos de plaza de Salamanca.

El sábado por la mañana, en una céntrica peletería, dos individuos salieron a la carrera con diversas prendas de marca que robaron al descuido. No obstante, ambos fueron detenidos con posterioridad por agentes de la Policía Local en calles adyacentes, siendo recuperado también el material sustraído.

Por su parte, en la madrugada del domingo al lunes, también se produjo un robo en una relojería-joyería situada en la calle San Francisco. En esta ocasión, los cacos hicieron un agujero en el cristal, llevándose éstos todos los relojes que había en el escaparate, tal y como han confirmado fuentes policiales a EL PERIODICO EXTREMADURA. Al parecer, este mismo establecimiento ya sufrió antes de las pasadas vacaciones de Semana Santa otro robo al descuido.

Este último método también está siendo bastante utilizado por los ladrones para realizar pequeños robos en domicilios, aprovechando en este caso la accesibilidad a las propias viviendas.

ACTOS VANDALICOS

A estos hechos hay que unir la denuncia hecha pública ayer por el concejal del PSOE de Villanueva de la Serena, Manuel Mejías, que ha tenido conocimiento del escrito enviado al alcalde y firmado por medio centenar de vecinos de la calle Felipe Trigo, en el que exigen medidas de vigilancia debido a los últimos actos vandálicos que están sufriendo los fines de semana en su calle "por parte de los jóvenes cuando vuelven del botellón ".

Así, los vecinos relatan en su escrito que en la madrugada del sábado 19 de abril aparecieron rotos quince espejos retrovisores de los coches estacionados en la calle. Además, éstos tuvieron que sufrir las llamadas incesantes a los timbres y patadas en las puertas de sus viviendas y coches en plena madrugada. Unos hechos que, según Mejías, se repitieron el fin de semana.