Don Benito contará desde mañana con un servicio de guardería rural que estará a cargo de los cinco guardas contratados más una auxiliar administrativo. Su sede estará en el edificio Nuestra Señora de las Cruces, en la avenida de Cánovas.

Su trabajo consistirá en vigilar y custodiar los montes y fincas rústicas en el término municipal, independientemente de que sean de titularidad pública o privada; deberán vigilar y conservar los caminos y vías rurales; realizar las actuaciones necesarias para la prevención de incendios forestales y, finalmente, colaborar en la actualización del inventario de fincas, su aprovechamiento y arrendamiento.

Los nuevos trabajadores, dependientes de la concejalía de Agricultura, tomaron posesión de sus nuevos puestos el viernes, día en el que también se presentaron oficialmente las dos motocicletas y el turismo que utilizarán para desempeñar su labor.

ORGANO DE CONTROL Uno de los primeros pasos que se dieron para la creación de este servicio destinado a agricultores y ganadores fue la creación de una junta arbitral, que está presidida por el alcalde y cuenta con la presencia del concejal de Agricultura y representantes de agricultores, que han establecido el horario de vigilancia de los guardas. Este órgano también tendrá como función la de avalar o refrendar las decisiones que adopte la guardería rural y resolver los problemas que los agricultores y propietarios de fincas les deriven voluntariamente.

Este servicio, sin embargo, no será gratuito, ya que los propietarios de parcelas tendrán que pagar una tasa anual, algo en lo que en un principio no estaban de acuerdo las organizaciones agrarias. Finalmente, como expresó el responsable de Asaja, Nicolás Sánchez, este tipo de servicio ha sido siempre sufragado por los agricultores, antiguamente a través de las cámaras agrícolas. "Esto es una reedición de lo que había", indicó.

LAS TASAS Así, el pleno del ayuntamiento aprobó una Ordenanza Fiscal Reguladora de la Tasa por Prestación del Servicio de Guardería Rural. En ella se concretan las tarifas, que se aplicarán en función del número de hectáreas que se tengan que vigilar. Además, los que estén exentos de pagar el IBI de naturaleza rústica pagarán 6 euros por parcela al año, al igual que los que no lleguen a tener una hectárea.

A partir de esas cifras, se establecen unas tarifas diferentes. Las fincas que tengan entre 1 y 5 hectáreas pagarán 6 euros anuales por hectárea; a partir de 5 y hasta 20 hectáreas, el precio será de 3 euros por hectáreas; de 20 a 100 se abonarán 1,20 euros la hectárea y a partir de 100 abonarán, 0,60 euros.