Acabar con los tópicos y acercar la Guardia Civil a la población. Estos son los objetivos que se marcó el capitán de la comandancia de Villanueva de la Serena, Francisco Gómez, cuando ocupó este cargo hace cuatro años. Y parece que poco a poco va consiguiendo cambiar la imagen siempre imponente del tricornio. "Hace unos años había esa sensación de respeto e incluso de miedo y temor pero ahora es de seguridad porque ven garantías y se sienten seguros", indica Gómez, quien aspira a que la sociedad los vea como protectores de sus derechos.

Esta meta está cada vez más cerca si sigue organizando actividades tan llamativas y no carentes de morbo como los dos partidos de fútbol disputados contra un equipo de etnia gitana. Una sana rivalidad que se saldó con un marcador de 6-1 a favor de los gitanos en el primer encuentro, celebrado en mayo, y del que esta semana se han resarcido los guardias civiles al endosarles un 9-3 en una de las actividades organizadas dentro de la semana de actos de homenaje a la patrona del Cuerpo. En este caso Gómez también trata de acabar con el tópico. "Siempre se ha pensado en el guardia civil detrás del gitano con los melones y las aceitunas. Ya no es eso pero si cometen alguna infracción hay que sancionarles, como a cualquiera", resalta y advierte de que la sociedad y este cuerpo de seguridad han evolucionado. Incluso afirma que hay tan buena relación que los han invitado a asistir a las jornadas culturales que harán a final de mes. En términos similares se expresa, según el capitán, el colectivo gitano.

Y fiel a su pretensión, el cuartel celebró una jornada de puertas abiertas en la que escolares del colegio Pilar conocieron de cerca el cuerpo, sus instrumentos y vehículos.