Samira Azaiz, una mujer marroquí residente en Villanueva de la Serena desde hace trece años, denunció ayer ante los medios de comunicación la desesperada situación que está sufriendo. Su hijo, de 12 años, según declaró, maltrata a toda la familia física y psicológicamente desde hace aproximadamente un año.

Azaiz explicó que aunque ha pedido ayuda a la Policía Local, a la Nacional, al Juzgado y al ayuntamiento de la ciudad, nadie ha atendido a su llamada de auxilio. La última ocasión que efectuó una denuncia sucedió el pasado sábado, cuando el hijo, relató la mujer, amenazó con un cuchillo a su hermana mayor de 26 años. Poco después, él mismo amenazó con autolesionarse, por lo que fue trasladado urgentemente al centro psiquiátrico de Mérida, donde le suministraron un tranquilizante. Su hermana fue atendida de un ataque de ansiedad.

Según Samira, su hijo es muy fuerte, corpulento y pesa 115 kilos, por lo que a la familia le es imposible hacer frente a sus ataques, que cada día son más intensos y se producen con mayor asiduidad.

El hijo tiene un trastorno que le provoca fuertes estados de nerviosismo. Además, la madre relató cómo en una ocasión se presentó ante las autoridades con un ojo morado, tras recibir un puñetazo del hijo durante una fuerte discusión, y declaró que la había insultado y amenazado continuamente.

Ante esta situación, explicó Samira, lo único que ha podido lograr es que el hijo sea internado de lunes a viernes en la escuela hogar San Vicente, de Cabeza del Buey. Aún así, lleva quince días sin asistir a clase, ya que no ha querido regresar. Además, asegura que la policía le ha comunicado que no puede hacer nada por ser menor de edad.

Samira Azaiz sólo ha encontrado apoyo en el colectivo ciudadano Compromiso con Villanueva. Su representante, María del Carmen Sánchez, hace máximo responsable de lo que suceda al alcalde, Miguel Angel Gallardo, ya que asegura que es el representante más directo de una institución conocedor de la situación. La madre afirmó que aunque ha pedido una reunión con el mandatario, todavía no le ha sido concedida, y su caso ha sido derivado a la concejalía de Servicios Sociales.

Esta madre suplicó entre sollozos ayuda psicológica para su hijo. "Necesito que me escuchen. Tengo miedo y estoy sufriendo mucho por él, por mis dos hijas y mi nieta de seis meses. Quiero salvarle y que algún día consigamos llevar una vida normal"

Desesperada, Azaiz llegó a pedir que si no se puede hacer nada con su hijo por ser menor de edad, le presten ayuda por su exceso de peso, ya que teme que llegue a sufrir alguna enfermedad. También hizo un llamamiento a todas las madres que se encuentran en su misma situación para que contacten con ella y formen una plataforma. De este modo, podrán pedir a los órganos competentes las ayudas necesarias y la modificación de leyes en caso necesario.