La Vía Verde Vegas del Guadiana, que discurre entre Villanueva de la Serena y Logrosán, ha sido invadida por la maleza en gran parte de sus 55 kilómetros, llegando incluso a desaparecer en algunos tramos. La situación de abandono es tal que una decena de usuarios villanovenses ha decidido crear una plataforma sin ánimo de lucro que presione a las administraciones para que presupuesten anualmente una partida económica que mantenga el trazado. El Ministerio de Agricultura había invertido más de dos millones de euros en su acondicionamiento.

CONTACTO Este grupo de vecinos quiere contar con otros que representen a las poblaciones por las que discurre la vía verde. En concreto, las localidades son Villanueva de la Serena, Don Benito, Rena, Villar de Rena, Campo Lugar, Madrigalejo y Logrosán. Por este motivo piden a los interesados en formar parte de esta plataforma que se pongan en contacto con ella en el teléfono móvil 607 859 316.

La obra fue recepcionada por el Consorcio de la Vía Verde, formada por dos representantes de los ayuntamientos por cuyo término municipal discurre. Su presidente y ex-alcalde de Logrosán, Manuel González, indicó que es al Consorcio y a cada pueblo a los que corresponde el mantenimiento.

Sin embargo, explicó que el pago a Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) de 7.200 euros anuales es ya una gran carga para el Consorcio. "Quitando Don Benito y Villanueva, el resto de poblaciones son muy pequeñas y no pueden sufragar ese gasto".

Han sido muchos los usuarios de este camino natural los que han protestado por su pésimo estado. Especialmente, tras su inauguración oficial el pasado día 14. Fue entonces cuando el secretario general para el Territorio y la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Antonio Serrano, anunció que se estudia firmar un convenio entre la administración central y regional para sufragar el mantenimiento. Sin embargo, la Junta de Extremadura afirmó ayer a través de su gabinete de prensa que de momento no tienen noticias de este convenio. Mientras, algunos usuarios como el villanovense Luciano García ha dejado de pasear por ella en bicicleta porque "entre cristales y maleza no se puede transitar".