Media docena de familias vecinas de la carpintería Santano, que arrasó un incendio en la tarde del martes, tendrán que desalojar sus viviendas durante varios días, el tiempo necesario para desescombrar la nave incendiada y determinar los daños causados en las construcciones cercanas. El edificio estaba ubicado en pleno casco urbano, en la calle Bravo Murillo de Villanueva de la Serena. El ayuntamiento ha ofrecido a los vecinos alojamiento en un hotel de la localidad, aunque muchos de ellos han optado por irse con familiares.

Durante toda la madrugada y el día de ayer, un retén de bomberos permaneció vigilando los restos del incendio. Con el susto aún en el cuerpo, los vecinos trataban de olvidar lo ocurrido y cuantificar los daños. Una de las construcciones más afectadas, además de la carpintería, convertida en rescoldos, era el bloque de viviendas con fachada a la calle Cruz del Río, y cuya parte posterior lindaba con la nave.

PAREDES AGRIETADAS Además de los cristales rotos, las persianas quemadas de los pisos y el interior ennegrecido por el humo, las cocheras y trasteros también se vieron afectados, presentando importantes grietas en las paredes, como apuntó a este diario una de las vecinas, que recordaba la angustia pasada aquella tarde sin poder acceder a su vivienda y saber en qué condiciones estaba.

Además, dos de los dúplex de la construcción vieron como la pared de su terraza se caía, y una peluquería mostraba grietas en la pared. No obstante, esta vecina indicó que ayer mismo les comunicaron que el seguro se haría cargo de las reparaciones. Ella misma avisó ayer a los bomberos de la reactivación de unas llamas en la parte de atrás de la nave, justo cuando comprobaba el estado de su trastero.

Estos pisos se habían entregado hacía apenas un año y en ello sólo vivían tres familias.

Todos los vecinos insisten en que llevaban años pidiendo al propietario que trasladara el negocio a un polígono por el peligro que suponía, como se corroboró con el fuego del martes. Incluso algunos recordaban ayer que ya hubo un connato de incendio hace algunos años, que afortunadamente se quedó en nada.