La mitad de los alumnos que han participado en la escuela taller Ciudad de Don Benito III han encontrado trabajo, según los datos aportados por el consistorio dombenitense que cifra en un 50% el índice de inserción laboral. Un balance, no obstante, bastante alejado del 93,75% alcanzado en la edición anterior de la escuela taller Ciudad de Don Benito II, en donde se obtuvieron unos excelentes resultados de inserción.

El proyecto, que comenzó el 27 de diciembre del 2001 y que concluyó el 26 de diciembre del 2003, ha contado con 64 beneficiarios --41 varones y 23 mujeres-- con edades comprendidas entre los 16 y los 24 años.

CUATRO TALLERES En este caso, se han desarrollado cuatro especialidades o talleres: albañilería, con diez alumnos, carpintería de madera, con doce, carpintería metálica, con otros diez alumnos, y pintura, con trece beneficiarios.

Tal y como contempla el programa de una escuela taller, la actividad se dividió en una fase de formación teórica de seis meses, en la que los alumnos estuvieron recibiendo una beca de 6 euros al día y a través de la cual 16 de ellos obtuvieron el graduado escolar; y otra fase de formación práctica de 18 meses, en la que éstos han percibido un sueldo mensual superior a los 300 euros brutos.

En cuanto a la fase práctica, los trabajos de la escuela taller se han desarrollado en diferentes edificios y enclaves municipales. Destaca, por ejemplo, la rehabilitación llevada a cabo en el antiguo matadero municipal o los trabajos de pintura en el centro municipal de Nuestra Señora de las Cruces, el almacén municipal y el entorno de la ermita de las Cruces.

EN EL CEMENTERIO Dignas de mención han sido también las labores realizadas en el cementerio municipal, la ermita de San Isidro y la capilla Virgen de Guadalupe, además de la cubierta de las cuadras de la futura granja-escuela.

Por otro lado, los alumnos de la escuela taller también han realizado labores de carpintería en el bar del mercado de abastos, elaborándose además un kiosko, un mostrador y estanterías para desarrollar en la piscina municipal la actividad del biblioverano .

Por último, los alumnos-trabajadores también han realizado un escenario modular con cubierta además de canastas, porterías deportivas, bancos, barandillas, protectores de ventanas y mobiliario de oficina.

El proyecto de la escuela-taller fue financiado por el Inem, la Junta de Extremadura y el Fondo Social Europeo.