El pasado viernes se cerró un auténtico año de gloria para la beata Matilde Téllez Robles. Si el 21 de marzo era beatificada en Roma por el papa Juan Pablo II, el viernes el pleno del Ayuntamiento de Don Benito acordó por unanimidad conceder la distinción de Hija Adoptiva de la ciudad, a título póstumo, "en reconocimiento a su entrega y dedicación a los más necesitados".

En el emotivo acto, que abarrotó el salón de plenos que estaba presidido por una foto de la Madre, intervinieron numerosas personalidades, como la madre superiora General de la Congregación Hijas de María Madre de la Iglesia que fundó la beata, Nieves Rodríguez; la prefecta de Educación, María Isabel Herrero, que hizo una semblanza biográfica de la homenajeada; el cronista oficial de Don Benito, Diego Soto; el alcalde, Juan Bravo; o el edil del PSOE, Juan Luis Delgado, entre otros.

Todos coincidieron en resaltar los valores humanos de la homenajeada, que a pesar de nacer en Robledillo de la Vera, desarrolló gran parte de su labor humanitaria en Don Benito, donde fundó el hospital de San Antonio y el colegio Sagrado Corazón y en donde murió.

La madre superiora recogió la credencial del ayuntamiento, consistente en una medalla de plata de ley bañada en oro que hace referencia al título y un diploma alusivo.

Posteriormente, se procedió a la inauguración de una escultura de bronce de la beata, donada por el ayuntamiento y realizada en Málaga, y que se ha instalado en el cruce de las calles Virgen y Valdivia.