La época dorada en la que Villanueva de la Serena podía presumir de tener las mejores sandías y melones, prácticamente de toda la región extremeña, parece que ya es historia.

Y es que con los años, la producción de estos frutas tan deseadas en verano ha ido bajando paulatinamente hasta tener prácticamente una presencia testimonial entre los principales cultivos de la localidad.

La fama de las sandías y melones villanovenses era importante hace unos años en otras regiones, principalmente en Madrid, y en ello algo tenían que ver las arenas tan propicias existentes en Villanueva para su cultivo.

FACTORES

No obstante, varios factores han llevado a la crisis de estos frutos, cuya producción alcanzaba en los años noventa entre los tres y cuatro millones de kilos, una cantidad que contrasta con los 300.000 kilos de producción que se esperan para esta campaña, como recuerda el gerente de la cooperativa agrícola San Isidro de Villanueva, Francisco Gómez. En definitiva, que se ha pasado de dedicar unas 100 hectáreas a la sandía y el melón en los noventa, a las no más de 10 hectáreas de este año.

Gómez indica que la principal razón que ha llevado al declive de este cultivo es su rentabilidad, que viene dada por la bajada de precios. Mientras que en los años de esplendor se podía pagar por el kilo de melón del primer corte unas 50 pesetas --algo menos en la sandía--, este año el kilo ronda las 30 pesetas. Este hecho, ha llevado a los agricultores locales a decantarse por otros cultivos más seguros, como en este caso es el tomate.

Por otro lado, éste también apunta que la aparición de nuevas variedades hace que Villanueva apenas tenga una fecha única en la que pueda copar de forma casi exclusiva la producción del mercado, habiéndose encontrado serios competidores en las frutas de La Mancha y Murcia.

Por último, y en menor grado, Gómez apunta que en algo influye su recolección a mano.

Todo ello incide en la profunda crisis de estos cultivos, que se ha hecho extensible a toda la provincia pacense en donde, como indica Gómez, se ha reducido este año en un 60% la compra de semillas de sandía y melón.