Don Benito es en estos días la capital española del arroz gracias a la celebración del primer congreso internacional en torno al cultivo arrocero. Se trata de un cultivo estratégico en Extremadura con 24.000 hectáreas dedicadas a este producto, que representa a su vez el 25% del valor de la producción agraria total en nuestra comunidad.

Del presente y futuro del arroz, de su trazabilidad y variedades, entre otros asuntos, se habló en la primera jornada de este congreso que arrancó ayer en Feval.

El sector arrocero de la región se enfrenta por un lado a las exigencias comunitarias para cumplir con los parámetros de trazabilidad y calidad y por otro a las importaciones procedentes del mercado asiático, que se traducen en una fuerte competencia en materia de precios.

En este sentido, la consejera de políticas agrarias, Begoña García Bernal, insistió en este congreso en la necesidad de un etiquetado de origen para que el consumidor tenga clara la procedencia y calidad del producto, «que al consumidor no le quede ninguna duda de que consume un arroz sano y seguro», hecho en Europa. También felicitó al sector por impulsar de manera conjunta el cultivo de arroz mediante la creación de cooperativas.

Begoña García resaltó igualmente que la Junta de Extremadura haya iniciado una apuesta por una estrategia de economía verde y circular con la que se pretende poner un granito de arena en la lucha contra el cambio climático «y también poner nuestro granito de arena para que nuestros productos agroalimentarios, como el arroz, puedan tener otra protección añadida como alimento europeo sano, seguro y respetuoso con el medio ambiente».

El congreso atrae a decenas de participantes, con importante presencia de la comunidad valenciana, comunidad que capitaliza buena parte del eslabón industrial. En la segunda jornada, la de este miércoles, se hablará de los problemas fitosanitarios del arroz y se expondrán las distintas conclusiones.