Como cada 31 de diciembre desde hace 18 años, los vecinos de Los Guadalperales despidieron el año nuevo de forma anticipada brindando con un chupito de anís a las ocho de la tarde. Se trata de una actividad convertida en tradición y a la que cada año se suman más participantes. La idea fue puesta en marcha en el año 2000 por uno de los hosteleros del municipio, Nicolás Gómez, a propuesta de una de las vecinas, María Arenas. Desde entonces, todos se reúnen en los portales de la plaza para brindar con un chupito de anís cuando dan las ocho campanadas en el reloj del ayuntamiento. A continuación, se hizo una suelta de farolillos voladores por un euro, cuya recaudación destina el ayuntamiento a fines solidarios. La idea surgió de Paqui Fernández, una guadalperalense que actualmente vive en Tailandia, de donde son típicos estos farolillos.