Unos 20 internos de la residencia de mayores Felipe Trigo de Villanueva continuaban ayer con síntomas del brote vírico que empezó a manifestarse el pasado jueves 1 de abril, y que hasta el momento ha afectado a unas 130 personas, entre residentes y trabajadores, tal y como adelantó ayer EL PERIODICO.

Así lo confirmó en un comunicado ayer la Junta de Extremadura, que con estos datos afirma que "la curva epidémica está en fase de descenso", por lo que la previsión es que el brote remita entre hoy o mañana.

Los afectados desde el inicio del brote han presentado cuadros de vómitos, diarreas, y sólo unos pocos, casos leves de fiebre; no siendo necesario ningún ingreso hospitalario. Asimismo, sólo un número muy pequeño de residentes han necesitado suero en el propio centro.

Según la Junta "actualmente, a falta de finalizar el estudio epidemiológico y de los resultados microbiológicos definitivos, la hipótesis de trabajo sobre el origen es que es un cuadro vírico no relacionado con los alimentos consumidos en el centro".

Tras el aviso de los responsables del centro, el protocolo de estudios de brotes epidémicos comenzó de forma inmediata la misma mañana del día 2, cuando se desplazaron a la residencia los técnicos de la Dirección de Salud de Don Benito para realizar los primeros trabajos.