Toda la chatarra que se genera a lo largo del año en el almacén de la empresa almendralejense Rotylux se almacena y se vende con el objetivo de recaudar dinero. Después estos beneficios se destinan a la compra de material escolar y juguetes para repartirlos entre los niños que viven en diferentes caseríos de la región peruana de Cajamarca.

Este es el sexto año que los trabajadores de dicha empresa realizan esta labor, pero las ayudas exteriores que han recibido cada año han ido incrementándose. Por ejemplo, hace varios meses un grupo de teatro de la parroquia de San José puso en escena una obra y los beneficios se han destinado a esta causa.

Además, al dinero que se logra de la venta de la chatarra (que supone un 50% del total recaudado), se añaden donativos que hacen los empleados y sus conocidos. Según comentó ayer el director de la empresa, José María Piñero, en los dos últimos años se han incrementado "considerablemente" los donativos recibidos por amigos y familiares, hasta tal punto que están estudiando constituir una asociación.

Beneficiar a 500 niños

Este incremento de la recaudación permitirá comprar más material escolar y juguetes que el año pasado, de manera que lleguen a un número mayor de niños.

Hace un año se beneficiaron unos 350 niños y este año se espera llegar a los 500, abarcando así a más caseríos.

Piñero y un empleado de Rotylux, Modesto Usquiza, natural de esta región peruana, viajarán a principios de diciembre al país andino para hacer entrega del material, que comprarán en Perú, ya el transporte de España a América "es muy complicado".

Ya han enviado 1.800 euros y ahora realizarán un segundo envío.

Una vez allí, llevarán los juguetes y sobre todo el material escolar (que es más necesario) hasta los caseríos.