Es una tradición que en Almendralejo cumple 24 años y que está impulsada por el Centro de Iniciativas Turísticas (CIT). Se trata de las Cruces de Mayo, que con la llegada de este mes se reparten por distintos lugares de la ciudad. El primero en darla a conocer ha sido Pepe Cordero, un almendralejense de 75 años que desde hace más de una década instala su particular Cruz de Mayo en su casa, situada en el número 8 de la calle San Pedro, detrás del colegio San Francisco.

«Para nosotros es algo muy especial y un mes de alegría. Todos los vecinos deberían conocer esta tradición que se hace con mucho cariño», cuenta. Pepe Cordero, enamorado y coleccionista de figuras religiosas, ha diseñado una Cruz de Mayo en la que puede verse a la Virgen de los Milagros (patrona de Protección Civil), la de Fátima, la Pura, de Lourdes, Santa Ángela de la Cruz y una figura de San José que tiene más de cien años, que le regaló Juan de la Hera. La cruz, elaborada por sus hijos, la ha forrado Alfonso Madera con los colores de el Vaticano.

Pepe Cordero invita a los vecinos a que se pasen por su casa para conocer la historia de las Cruces de Mayo. Es tradición durante estos días verlas también en el palacio de Monsalud, en la asociación de amas de casa, en la iglesia de San Antonio, la casa misión de los Padres Claretianos o en la Fundación San Juan de Dios, por poner algunos ejemplos.