En Almendralejo es el único templo, pero en la región debe ser difícil ver otro con dos reliquias sagradas. La iglesia conventual de San Antonio ya cuenta con dos reliquias: una de San Francisco de Asís y otra que le fue entregada este domingo, de San Antonio de Padua, en una jornada para la historia. El trabajo incansable e impecable de la Hermandad de la Buena Muerte ha dado sus frutos y convierte a Almendralejo, y a la iglesia de San Antonio, en un lugar de referencia para el mundo religioso.

El Conventual de San Antonio lució sus mejores galas para la misa extraordinaria de entrega de la sagrada reliquia de San Antonio de Padua, con certificado de autenticidad de nivel 1 que acredita restos corpóreos del Santo. 

El Arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, presidió la misa y recibió de Fran Antonio Arévalo Sánchez la reliquia ante la presencia de unas 90 personas que, por aforo, podía albergar el templo, aunque la misa la siguieron miles de personas gracias a una retransmisión a nivel nacional que realizó Trece TV.

Sagrada reliquia de San Antonio de Padua R.M.

No faltó ningún detalle a la ceremonia que contó con el director espiritual de la cofradía, Rafael Corraliza Ferrera.

El Coro Via de la Plata estuvo impecable en el acompañamiento musical. La entrada de la sagrada reliquia al templo fue uno de los momentos álgidos de la misa en la que participaron con varias lecturas hermanos de la Buena Muerte.

Durante la misa se entregaron varios reconocimientos a Fray Antonio Arévalo Sánchez, por su colaboración en todo el proceso; al ayuntamiento de Almendralejo; a Celso Morga; y a la familia Barco-Palacios, por un apoyo desinteresado para que la misa fuera seguida por miles de personas. El reparto de los panes y el traslado a su nueva hornacina pusieron fin a un acto histórico para la ciudad. La iglesia ya expone dos reliquias. Ambas de primer orden. Un hito mayúsculo para Almendralejo. 

La entrega de panes bendecidos R.M.