Ecologistas en Acción de Extremadura ha presentado alegaciones al proyecto de regadío de Tierra de Barros, en las que exige que se desestime el proyecto, porque considera «evidente» que aumentará la demanda de agua y que provocará que la ausencia de caudal ecológico en los cursos de la zona sea con más frecuencia.

Esta es una de las razones que esgrime la asociación, que se apoya en el informe elaborado por la Fundación Nueva Cultura del Agua para realizar estas alegaciones y que exige a la Junta de Extremadura que desestime tanto este plan, como la expansión de los regadíos en Extremadura, según indicó Ecologistas en Acción en una nota de prensa. La entidad lamentó que la mayor parte de los proyectos de regadío no se someten a una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) por estimarse que no tienen efectos significativos en el medioambiente, a pesar de que «habría que explicar cuáles son las causas del actual deterioro y aniquilación de la red fluvial».

Ambas entidades se oponen a esa argumentación y consideran que el EIA en el caso de este proyecto de Tierra de Barros «no evalúa correctamente sus consecuencias para los ecosistemas en los que se implantará y sus efectos concretos en la fauna piscícola y los caudales ecológicos de los ríos implicados, como es el caso de Matachel».

El descenso de la masa de agua de los embalses de Alange y Villalba, de los que se suministrará el proyecto, produciría impactos importantes a la Red Natura 2000 por la falta de caudal ecológico de los cursos de la zona, según afirman estas organizaciones.

Además, critican que el proyecto no incluya medidas para la implantación de la producción agroecológica y de nuevas técnicas agrarias novedosas «sin un coste energético, monetario y medioambiental tan alto».

Respecto al consumo de agua, los ecologistas consideran que es «totalmente incoherente en un escenario de emergencia climática como el actual».